Ser aval no es cosa del otro mundo. Por lo general, las instituciones financieras piden un aval como garantía para que el crédito que adquiere alguna persona tenga un tipo de garantía. El panorama oscurece cuando el deudor (la persona que pide el crédito) deja pagar o se deslinda de su responsabilidad.
Una de las estafas inmobiliarias más habituales, consiste en pedir la entrega de un anticipo de dinero con la promesa de acceder en el futuro a una propiedad en condiciones ventajosas. Sin embargo, la persona que entrega el dinero, finalmente nunca recibe el bien en cuestión.
El usufructo corresponde a la utilidad o provecho que se obtiene de una cosa. En el ámbito jurídico, es el derecho a disfrutar bienes ajenos con la obligación de conservarlos. Es decir, sin ser el dueño de un bien, el usufructuario tiene su posesión y la posibilidad de utilizarlo y obtener sus frutos.
La tasación es para los bancos garantiza que la vivienda tiene un valor suficiente para que en caso de impago puedan recuperar el dinero prestado vía hipoteca. Los bancos no suelen financiar más allá del 80 o 90% del valor de tasación de la vivienda por lo que esta información es muy importante para el particular de cara a conocer el desembolso económico requerido para poder formalizar la constitución del crédito hipotecario, en caso de ser necesario.